miércoles, 27 de octubre de 2010

Mi encuentro con la Hojaldra


Uno de las mayores cosas por no decir la única que me ha costado dentro de la adaptación aquí en Panamá, han sido los desayunos y no precisamente porque sean malos o buenos, sino que para uno son diferentes y cuando, como en mi caso, te gustan los "Cahitos de Jamón", "Pastelitos de Queso", o los Croissant esos aplastaditos por la tostadora y rellenos con jamón y queso que me comía por allá en Los Chaguaramos o en cualquier panadería cerca de mi casa o trabajo, entonces definitivamente pasas trabajo aquí. Llegué a Ciudad de Panamá un 10 de Julio y ya el 13 arranqué con mi empleo; estaba solo y además nunca he tenido por costumbre llevar desayuno de mi casa a la ofic; siempre he comido en lugares próximos a mis trabajos anteriores o como en Cantv, en el comedor de la empresa.

El hecho es que en ese 1er día de trabajo en Panamá, salí invitado por mi equipo a desayunar; llegamos al sitio allí cerquita y yo escuchaba mientras empezaron a pedi: "Me trae 2 Chorizos"; "Para mí Salchicha Guisada"; "Bistec Picado con Huevo", "A mí Higado y Tortilla"...yo con cada pedido tragaba saliba y pensaba¿¿¿ que carajo pido??? cuando llegó mi turno, todos voltearon a verme como esperando un show...Los ví a todos, miré a la mesera y pensé en ese dicho que dice "A donde Fuereis has lo que Viereis"...me armé de valor y pregunté..."Aquí hay Carne Mechada..." Todos con la frente arrugada gritaron ¿Y qué es eeeeeesoo?...entré en razón, con pena y hablando en tono bajito, pero con el hambre bien alto, dije como liberandome de las cadenas..."Me trae 2 huevos fritos, con tocineta y un Jugo de naranja..." . Y lo que pedí como que estuvo dentro del rango aceptable...porque la mesera tomó nota y el resto del equipo siguió como si nada.


Así pasaron los días entre ese y otro tipo de desayuno...después conocí en las mañanas, a los vendedores ambulantes de comida, unos tipos que andan en unas bicicletas modificadas y que venden, Chorizos, pastelitos parecidos a los pasteles andinos y una especie de segmento de un Salchichon que tiene el aspecto, como si uno sacara el Diablitos de su lata y lo friera en aceite, es decir, Colesterol en Bruto...

Pero llegó el día en que saliendo desde la oficina a un curso en un hotel cercano, acompañado por mi amigo Carlos "Pincho" Rámirez, nos topamos con un carrito de comida y preguntamos que tenía para desayunar...sabíamos la respuesta...pero nos sorprendió que esta vez la señora incluyó dentro de su menú una vaina llamada "Hojaldra"...no pudimos evitar preguntarle...qué era eso...nos lo explicó y dijo además "la quieren con queso??" Pincho y yo nos vimos la cara y dijimos a coro "SI". ´Pues, la señora habilitó una plancha y una vez caliente y recubierta con aceite, lanzó una especie de masa, la cual estiró y aplastó hasta darle la forma de una alfombra o mejor dicho como un bote pero aplastado...la puso , la fritó y la metió en una cesta para que se enfríaran y de lo que llamamos un Tupperware o pote plástico para los defensores del español, sacó 2 facilistas de Kraft y su cubierta de celofan y todo nos la entregó a cada uno, nos pasó las hojaldras y nos dijo que le colocaramos encima el queso...lo hicimos y vimos como se derretía de manera tentadora...nos reímos e inmediatamente con mucho hambre y sin prejucios le metimos diente....saboreamos y ¡¡¡coño que cosa tan divina¡¡¡...tostadita, crujiente y con queso derretido... Nos comimos ese bote, con la misma emoción con la que uno se come una arepa de guayanés en las mercedes, ni hablabamos, solo masticabamos y aprobabamos con la cabeza.

Amigos ese fue mi encuentro con la Hojaldra panameña...mi encuentro con un Desayuno bien sabroso¡¡¡Y Fijense que buenas son que ya Rosa Alejandra está buscando en google como hacerlas, ya vengo ,que voy a explicarle para que no se equivoque que es " Hojaldra" y no Hojaldre...

sábado, 2 de octubre de 2010

CADIVIS INTERRUPTUS


El mes pasado viajé de vacaciones al exterior, saliendo por primera vez desde Panamá. En fin fui con mi familia a Orlando, a esa fantástica ciudad, ícono del Imperio y antítesis del Socialismo del Siglo XXI y su Mar de la Felicidad.

Fueron muchos placeres y vivencias las experimentadas durante este viaje; desde usar el cheverísimo Web Check In, hasta no tener que encontrarse en el aeropuerto con ningún Plasma de esos que hay en Maiquetía trasmitiendo “Las Maravillas de la Revolución”

Llegamos a la tierra de los sueños¡¡¡ Los muchachos felices y nosotros aún mas. Durante toda la estadía distribuimos el tiempo entre parques, comidas, compras y recuperación física, coño es que de verdad esos parques te sacan La Chi-cheme. Resulta que la 1ra noche, al llegar y lanzarme en la cama del hotel, sentí atrás en el bolsillo izquierdo, un bulto, metí la mano y adivinen qué saqué?, señores, allí en mi mano estaban todas las facturas de compras correctamente dobladas y ordenadas por hora, pelé los ojos y se las enseñé a mi esposa temblando…Ella paralizada me vio y grito…BOTA ESOOOO¡¡¡ Entendí entonces que era victima del Sídrome Postraumatico Cadivis Castigus, efecto que queda después de haber pasado por la inquisitoria experiencia de viajar al exterior saliendo desde Venezuela. Respiré hondo y cual Kobe Bryant, di un “Doble Paso” y lance con todas mis fuerzas las facturas en la papelera de la esquina de la habitación.

Después de este episodio, mantuve durante el viaje, ayudado por mi bella esposa, una estricta terapia de desintoxicación, así que síntomas como el miedo a usar la tarjeta de debito en los cajeros y el de detenerme en medio de Magic Kingdom a calcular cuanto me quedaba de “cupo”, obligaban a mi señora a darme un “Lepe” durísimo, que inmediatamente me hacía reaccionar y entender que esos dólares eran míos.

Regresé a Panamá y hoy me siento curado, bueno casi, porque anoche sin querer, empecé a armar las famosas “3 carpetas” y al darme cuenta, las solté como horrorizado, corrí y las boté en un pipote bien lejos de mi casa…Uff.